Un jueves, hace unos días tenía una cita de altura. Desde que existen las cuatro torres en Madrid, nunca había tenido la oportunidad de subir a lo más alto de ninguna de ellas, y es algo que me inquietaba a la vez que me aterraba en cierto modo. Después de aproximadamente 10 segundos y una sensación de haber montado en avión, llegamos a la #planta43 de la Torre de Cristal de Madrid (había truqui, era la planta 49!). Lo más impresionante y que me causaba mayor expectación eran las vistas, Madrid en expansión a nuestros pies, millones de luces que se perdían en el horizonte centelleando. Pasé la mayoría del tiempo que estuve allí alucinando con las vistas, aunque de día a pleno sol estoy segura de que serán más impresionantes todavía.
Después de alucinar por un rato con el infinito, pasamos a probar el combinado que Licor43 nos tenía preparado. La fiesta giraba en torno a la nueva botella que Licor43 presentaba ese día a 250 metros del suelo, una botella sinuosa y de línea moderna, sobria y pura. Nos encanto el cóctel que nos sirvieron, una mezcla exquisita para los que nos gusta beber una copa de vez en cuando y poco fuerte.
En definitiva, una noche que no creo que olvide por el espectacular despliegue, y un cóctel que seguramente repita de aquí en adelante.
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